
27 Feb La basura del mundo
Imagine toda la basura que produce Chile en un año, son unas 20 millones de toneladas de residuos sólidos urbanos (RSU) es decir alrededor de una tonelada de basura por chileno al año.
Ahora imagine la cantidad de residuos mineros tóxicos (relaves) que produce Chile ese mismo año, son al menos 600 millones de toneladas de relaves, es decir unas 30 toneladas de relave generadas por cada chileno. La minería es una actividad intensiva y de gran impacto, pero lamentablemente existe alta opacidad en buena parte de su cadena de valor, especialmente si se trata de desechos. El sueldo de Chile a veces parece la comisión.
La cifra nacional de toneladas de relaves la tuvimos que calcular, por que ni el gobierno ni las empresas, ni los centros de estudio de éstos reportan la cantidad de residuos que generan, posiblemente ni lo calculan, es como si los relaves no existieran.
Chile es el primer productor mundial de relaves de cobre. Por una tonelada de cobre se generan 200 toneladas de relaves, éstos se acumulan en cantidades enormes cerca de ciudades y pueblos, pero no están señalizados y se confunden con el paisaje, la gran mayoría está abandonado y contaminando su entorno, pero Chile no sabe cuándo ni dónde contaminan, ya que no tenemos una norma de calidad de suelo que diga cuando el suelo está contaminado y cuando no lo está, esto ya parece una decisión más que una omisión, que acarrea serias consecuencias.
Desde la zona central hasta extremo norte hay cientos de miles de chilenos expuestos a altas concentraciones de metales pesados, pero no sabemos exactamente cuánto ni dónde, ya que ningún organismo del estado hace monitoreo activo de la presencia de metales pesados en el epicentro mundial de la producción de cobre, mineral crítico para la transición energética y espina dorsal de la electrificación.
Los monitoreos de agua y suelo son treméndamente escasos, los servicios con competencia son la SMA, DGA y Sernageomín, que fiscalizan de manera reactiva y con exiguo presupuesto. Recordemos que buena parte de los relaves en funcionamiento, que se encuentran entre los más grandes del mundo presentan graves problemas de filtraciones de agua contaminada hacia cuerpos de agua valiosos, ya que el mandato de impermeabilizar comienza recién en 2015 para futuras instalaciones. La cobertura de las instituciones responsables es escasa y depende de denuncias o de procesos administrativos. La cobertura de la prensa oficial es cero, ésta prefiere las alianzas entre megempresas con gravísimas infracciones ambientales en proceso de sanción….. sanción que nunca les llega.
Todo esto muestra una preocupante falta de voluntad y compromiso de autoridades y megacompañías con temas que no son triviales ni relativos, el cáncer no es debatible pero sí evitable o prevenible. Trístemente vemos como el foco de autoridades y funcionarios está más en los zapatos que usarán en el Chile Day de Londres, más en el glamour de su supérflua e ingrávida narrativa verde. Y la contaminación en niños y mujeres embarazadas? Parece que sigue siendo algo debatible, ojalá olvidable.
Todo indica que seguiremos igual o peor, ya que el asunto no se reconoce ni se toma en serio, las modificaciones a la única regulación que hay (DS248) siguen siendo índole constructivo, con énfasis en la estabilidad física de la piscina y no de la contención de contaminantes en agua. Tampoco establece protocolos de mediciones que sean acordes al impacto de estas megainstalaciones tóxicas, la mayoría de ellas récord mundial en algo.
Los avances en monitoreo que el gobierno anuncia son sistemas digitales robóticos en línea, algo en lo que se malgastan recursos desde 2015, y que viene desde una trasnochada lógica startup que podría servir en otro lado quizás, en Chile se necesita invertir en programas reales de monitoreo con buenas herramientas y equipos que ya fueron inventados, esto no es algo que pasará en el futuro, ni que se puede arreglar online.
Para colmo, la reforma al SEA propone eximir de evaluación ambiental los Relaves mineros con el afán de evitar la detestable permisiología (sin regulación Chile sería un solo socavón, y simplificar no es lo mismo que debilitar).
La reforma propone que el control ( autorizaciones, fiscalización, remediación) de los desechos mineros y consiguiente protección de ciudadanos y ecosistemas queden a cargo de SERNAGEOMIN, un servicio con poco presupuesto y que también se encarga del monitoreo de volcanes y sismos, seguridad laboral minera y otros.
Es decir, los ministerios de salud y medioambiente no verán temás de contaminación minera, y ésta no necesitará de evaluación ambiental ni fiscalización de la SMA. Considerando el grado de promiscuidad que ya existe entre las labores de los funcionarios de empresas y los funcionarios estatales esto es más preocupante todavía. Parece que quieren presentar esto como un tema técnico menor. Luego hablarán del cobalto y el valor de los relaves nuevamente en lógica clúster, confundiendo a la opinión pública en vez de ponerse el overol.
Desde hace varios años que nuestro país dice estar implementando el estándar GISTM, estándar global de gestión de relaves, acercarse a esas prácticas sería lo recomendable si la industria desea proyectar una minería más responsable hacia el futuro.
Nuestras principales falencias son la falta de monitoreo estatal e independiente y que por favor el monitoreo no provenga únicamente de las mismas compañías, lo que sucede hoy y no tiene reforma en carpeta. El estándar GISTM dice que las mediciones deben ser independientes, constantes y con buena tecnología. Los monitoreos deben ser transparentes y se debe divulgar la información. No es algo tan complicado, pero parece que nadie quiere hacerlo.
No creo que existan soluciones mágicas a problemas difíciles, el primer paso sería dimensionar el problema si es que se quiere abordar. No tiene sentido que una agenda pro-inversión sea más bien pro libertinaje y termine atentando contra los derechos básicos y desconocer el nivel de daño que puede provocar a su población. Desde los gobiernos siempre han dicho que no quieren alarmar a la población, lo que equivale a no decir la verdad.
Si con suerte quedan cien años de minería del cobre ojalá vayamos aprendiendo de nuestros errores y nos empecemos a cuidar, digamos la verdad, y seamos solidarios, no se puede permitir que Chile se convierta en el basurero de la transición energética.
Las empresas y el gobierno dirán que lo hacen casi todo bien, por favor que lo demuestren en los hechos, ya que al final se concretan solamente los negocios y no las buenas intenciones.
Esta columna está dedicada a todas las víctimas del marco regulatorio minero en Chile, especialmente a la familia Gálvez Chamorro a 15 años de su partida.
Henry Jurgens
Fundación Relaves